Thursday, March 01, 2007

TDA Con Hiperactividad

¿Qué es el Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad?
El Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad (TDAH) compromete un grupo de problemas relacionados con la falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Estos problemas afectan a los niños de todas las edades en todos los aspectos de sus vidas.
Los niños que reciben un diagnóstico de TDAH típicamente exhiben dos conjuntos de 6 o más síntomas que:
son evidentes antes de los 7 años de edad,
causan deterioro en al menos dos situaciones (por ejemplo, la familia, escuela, relaciones sociales),
presentan inadaptación y no concuerdan con su nivel de desarrollo, y no son causadas directamente por otras condiciones (depresión y ansiedad, entre otros).
Dependiendo del tipo y número de síntomas de falta de atención e hiperactividad presentes, un niño puede recibir uno de tres diagnósticos del Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad. Estos son:
Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad tipo hiperactivo-impulsivo.
Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad tipo falta de atención.
Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad tipo combinado.
Para recibir el diagnóstico de tipo hiperactivo-impulsivo un niño debe mostrar 6 o más de los siguientes síntomas, persistentes durante al menos 6 meses:
juega con las manos o pies, o se mueve continuamente en una silla,
tiene dificultades para permanecer sentado,
corre o se mueve en forma excesiva en situaciones inapropiadas,
presenta dificultades para jugar o comprometerse en actividades tranquilas,
está en permanente movimiento o actúa como si fuese accionado por un motor,
habla demasiado, lanza las respuestas antes que se hayan formulado completamente la preguntas,
tiene dificultades para esperar su turno,
interrumpe o molesta a otras personas.
Para recibir un diagnóstico del tipo de falta de atención, un niño debe mostrar 6 o más de los siguientes síntomas durante a lo menos 6 meses:
no logra enfocar la atención a los detalles o comete errores debido a falta de cuidado,
tiene dificultades en mantener su atención en las actividades relacionada con tareas o juegos,
con frecuencia parece no escuchar cuando se le está hablando,
no sigue las instrucciones que se le dan,
tiene dificultades para organizar las tareas y actividades,
evita, no le agrada o no tiene ganas de comprometerse en tareas que requieren de un esfuerzo continuo,
pierde cosas que son necesarias para sus tareas o actividades,
se distrae con facilidad, y
se olvida de sus actividades diarias.
Para recibir el diagnóstico de tipo combinado, un niño debe presentar seis síntomas, combinando síntomas de los dos grupos anteriores.

El Impacto del Trastorno por Déficit Atencional
con Hiperactividad sobre los niños
La investigación ha demostrado el impacto significativamente negativo que estos síntomas tienen en la vida diaria para muchos de los niños afectados. La capacidad de mantener la atención y controlar el nivel de las actividades y la conducta impulsiva es una herramienta críticamente importante en la infancia.
Debido al Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad, los niños afectados deben luchar para poner atención, desarrollar y seguir los programas y para estar sentados tranquilos así como también con sus compañeros. En comparación con otros niños, pierden más las cosas que son necesarias para las tareas y actividades y son olvidadizos en sus actividades cotidianas. Experimentan dificultades para considerar las consecuencias de sus acciones al planificar acciones futuras. En muchos casos, la mala conducta no es el resultado de una incapacidad de comprender la acción correcta sino que más bien de una incapacidad de ya sea controlar la conducta o de escuchar y seguir las instrucciones. Por lo tanto, en ocasiones, los niños con el Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad se comportan bien. Otras veces en situaciones similares, se comportan mal. Esta conducta discordante no es intencional.
Los niños con Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad experimentan dificultad para abstraerse de las distracciones. Tienen dificultades para seleccionar lo que es importante y enfocar su atención a ello, y son fácilmente distraídos por cualquier estimulo. En muchas situaciones no inician, adhieren o completan las actividades a un nivel similar a sus compañeros de edad. Pueden luchar para enfocarse simultáneamente en dos cosas, tales como la voz del profesor y el pizarrón. Aunque son capaces de poner atención, parecen necesitar de más motivación y esfuerzo en comparación a otros niños de la misma edad.
Con frecuencia los niños con Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad sobrerreaccionan a las situaciones. Sin embargo, las dificultades para controlar los movimientos corporales suelen observarse en situaciones cuando deben mantenerse quietos durante periodos prolongados. Tampoco trabajan bien para lograr metas a largo plazo. Incluso en etapas tardías de la infancia, necesitan de recompensas más frecuentes, predecibles y consistentes para permanecer enfocados en la tarea, en comparación a la mayoría de los niños de su edad.
Con una comprensión de estos síntomas, rasgos y conductas, hemos desarrollado las siguientes 6 recomendaciones guías para los padres. Estas guías comienzan enfatizando la importancia de la comprensión de que los niños con Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad interactúan con su mundo -y ofrecerles a los padres una forma de ver el mundo a través de los ojos de sus niños-, ayudándoles a vivir vidas felices, exitosas y realizadas.

Recomendación UNO:
Educación.
Estar informado acerca del Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad es el primer paso que debe seguir un padre / madre para lograr una intervención exitosa.
Debido al importante numero de informaciones erróneas que circulan acerca del Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad, es importante que los padres y los cuidadores cuenten con la información correcta. Esta información le ayudara a transformarse en un eficaz y eficiente defensor de su niño.
Es importante entender las razones por las cuales su hijo esta agitado y el impacto que el Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad tiene sobre su conducta diaria rendimiento escolar, las relaciones con los amigos y la familia.
Afortunadamente, existen numerosos textos, cintas de video y audio disponibles para ayudarle en este proceso.

Recomendación DOS:
Distinguir entre la mala conducta voluntaria a involuntaria.
Es importante que usted comprenda la diferencia entre estos dos tipos de conductas. La mala conducta voluntaria es intencional y causa problemas cuando los niños deciden no comportarse de acuerdo a lo que se les ha pedido. La mala conducta involuntaria causa problemas que resultan del Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad que tiene su niño.
Recuerde, el Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad es un desorden en el cual los problemas son accidentales. Su niño no desea voluntariamente crear estos problemas y la capacidad que usted tenga para aceptar y reconocer este hecho le ayudará a tener expectativas realistas con respecto a la conducta de su niño. Esto no es decir que la mala conducta involuntaria debería ser ignorada. La mala conducta involuntaria, que es un resultado del Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad, requiere de educación y un buen manejo.

Recomendación TRES:
Entregar apoyo positivo.
El hecho de ofrecer apoyo positivo es la forma más eficiente para determinar si la mala conducta de su niño es un resultado del Trastorno por Déficit Atencional, o si voluntariamente se esta oponiendo a lo que Usted le ha indicado. El castigo y la recompensa pueden ser eficaces para modificar la mala conducta que es intencional. Sin embargo, no son tan efectivos en la modificación de los problemas que resultan del Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad.
Desafortunadamente, la respuesta de la mayoría de los padres a los problemas del niño se expresa mediante órdenes negativas (por ejemplo: ideja de hacer eso!). Su meta es entregarle a su niño una orden positiva diciéndole lo que debería hacer en vez de no hacer lo que esta haciendo. Esta es la mejor manera para manejar la mala conducta involuntaria que resulta del Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad. Si el niño/niña esta presentando una conducta indeseable, dígale lo que usted espera que haga en vez de meramente señalar la conducta incorrecta. El énfasis debe estar en lo que se debe hacer -en vez de en lo que hay que dejar de hacer-. Esto ayudará a que el niño entienda las metas y necesidades que usted esta expresando. Esto también le permite a usted asegurarse que este no es un problema conductual involuntario. Si usted le dice al niño lo que debe hacer y su respuesta es claramente negativa, pasiva o resistente, es posible que esta mala conducta esté dentro del control de su niño. Por otro lado, si obedece sus instrucciones durante un tiempo, pero después el problema surge nuevamente, existen fuertes posibilidades que este problema sea un resultado del Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad.
Recuerde, no castigue a su niño por factores que están más allá de su control. Si su niño/niña de seis años de edad no puede leer, la solución es enseñarle a leer. Si es incapaz de comportarse en forma adecuada debido al Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad, la solución es reestructurar sus expectativas, darle órdenes positivas y entregar apoyo. Si usted es paciente y persistente, observará una mejoría en la conducta de su niño/niña.

RECOMENDACIÓN CUATRO:
Hacer que su vida sea interesante y que las recompensas sean valiosas.
Todo el mundo se desempeña mejor cuando las tareas son interesantes. Esto parece ser especialmente cierto en el caso de los niños con Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad.
Los niños con Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad suelen, debido a su mala conducta, recibir menos halagos o recompensas al día que otros niños. De manera que es importante que usted haga un esfuerzo para mantener un cierto equilibrio. Se deben entregar recompensas sociales tales como halagos, y las recompensas tangibles tales como los acuerdos o privilegios cuando su niño/niña ha cumplido o ha tenido éxito en alguna tarea. Su niño/niña debe recibir el mismo enfoque balanceado con respecto o las recompenses que cualquier otro niño/niña.
Los castigos pueden ser una intervención eficaz para la mala conducta voluntaria. Sin embargo, los castigos solamente deberán ser usados cuando usted este seguro que el problema no es un resultado del Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad. Si el problema resulta del Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad, funciona bien un programa de refuerzos, durante el cual su niño recibe recompensas valiosas por la buena conducta, las cuales se pueden perder si se comporta mal. Cualquier sistema de recompensas que usted implemente debería utilizar este modelo.
Cuando los niños con Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad trabajan para mantener lo que han ganado, le ponen mas empeño. Su doctor se referirá a este tipo de refuerzo como costo de respuesta. Muchos de los recursos que se han mencionado pueden explicarle come implementar este tipo de sistema de recompensas.

RECOMENDACIÓN CINCO:
Planificación.
Los niños con Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad pueden crear significativa tensión a nivel familiar. Los síntomas de Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad crean conflicto con los hermanos, elevan el riesgo de discusiones maritales y frecuentemente terminan en que el niño con Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad se transforma en un "problema familiar".
El hecho de aceptar que los síntomas del Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad le dificultan a su niño/niña el funcionar adecuadamente en casa o en los sitios públicos le ayuda a planificar mejor las actividades cotidianas y los eventos especiales. Si usted sabe que él/ella es incapaz de mantener una situación o evento específico, es mejor planificarlo con tiempo, o en algunos casos sencillamente evitar realizarlos. La planificación con tiempo es su mejor aliado al tratar de reducir el impacto negativo y las consecuencias ocasionadas por los síntomas del Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad. Esto incluye planificar cuidadosamente las vacaciones familiares y otras salidas, así como también la comunicación eficaz con los profesores, personal escolar y otros miembros de la comunidad.

RECOMENDACIÓN SEIS:
Cuidarse usted y cuidar a su niño.
Los niños con el Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad están en mayor riesgo de transformarse en adultos con Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad y experimentar un número significativamente superior de problemas en su vida futura que otros tipos de personas. Si usted desea que su niño/niña con Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad tenga una vida feliz y exitosa debe seguir ciertos pasos.
Su comprensión, empatía y herramientas para el manejo conductual son claves para el éxito de hoy y para pavimentar la ruta para que su niño/niña tengan una vida adulta exitosa. Dado que es el representante de su niño/niña con sus profesores y otros adultos de la comunidad, es importante que usted esté emocionalmente y físicamente sano. Si usted está experimentando problemas emocionales y físicos, necesita buscar ayuda y seguir el tratamiento.
Usted debe aceptar el impacto que su niño pueda tener sobre la familia y manejar los síntomas del Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad y los problemas que ocasiona de una manera positiva y preventiva. No debe permitirse sentirse frustrado, enojado o negativo.
Su capacidad para sentirse orgulloso de su niño/niña, de ser paciente y persistente, y de entregar un ancla emocional para su niño/niña es un poderoso elemento de predicción para su futuro éxito en la vida.
Es esencial que construya y nutra su relación con su niño/niña. Debido a las exigencias que esto implica para usted, en ocasiones esta relación puede ser algo tirante, de manera que es importante que programe tiempo extra para usted con el objeto de mantener la perspectiva y una relación positiva con su niño/niña. Encuentre alguna actividad que ambos disfruten y realícenla en conjunto con tanta frecuencia como sea posible, al menos una o dos veces a la semana.

BIBLIOGRAFÍA:
Goldstein S yGoldstein M (1998) Managing Attention Deficit Disorder in Children-Second Edition, New York, N .Y; Wiley Intersciences Press. Biederman J, Newcom J y Sprich S (1991). Comorbidity of ADHD with conduct, depressive, anxiety and other disorders. American Journal of Psychiatry, 148, 564-577.
Barkley RA, Anastopoulos AD y col(1991). Adolescents with ADHD; Patterns of behavioral adjustment, academic functioning and treatment utilization. Journal of The American of Child and Adolescent Psychiatry, 30:752-761.
Declaración Resumen de la Conferencia de Consenso sobre el Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad, Instituto Nacional de Salud Mental, Noviembre 17-18 1998, Washington, DC, USA.

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